NO ES JUSTO  COMPARTIR CON ELLA

La  injusticia se mofa   y se jacta  ufanada por sus  adeptos, cuando transita  libre, en los pasos  y  malas  acciones  de quienes en sus andanzas con ella se  deleitan  en un  perdurable abrazo  y en el delirio embriagador que los seduce y los  somete con sus artimañas en  sobrepasar  los límites de la ética , del amor  y los valores, además,  embruteciendo  bajo el espejismo de las riquezas  al  violar los sagrados conceptos de  la dignidad  y el respeto,   pisoteando los demás para lograr sus  oscuras ambiciones.

Muchas  personas  dotadas en sus distinguidas  profesiones   se equivocan al pensar que  solo ellos  necesitan de recursos lucrativos y no aquellos  que son víctimas de sus errores  y  entonces,  con  un  soborno  que  no justifica ningún argumento,  lo absurdo y lo deprimente  que es faltar a un juramento y a los principios lo cual es traicionarse uno mismo, se rinden y lo entregan todo  por hacer daño. Y  ahora en la actualidad, es pan de cada día cuando  inescrupulosamente cruzan los parámetros  y actuando  insensiblemente,  alimentando pretextos  y justificaciones  para darle vía  a todo un proceso  de  circunstancias y  acciones  donde  la maldad  es evidente .

Es frustrante  no poder detenerla  haciendo que la impotencia  nos impida  a nuestro actuar,  haciendo que sea  su mejor condición para burlarse  y extenderse en complicidad con los ebrios de entendimiento y duros de corazón.

La injusticia es  fruto de toda maldad y el callar por cobardía  es recibir el pago cruel en el silencio y sufrir  el peso del infernal desasosiego todos los días.

Esta  sólo es percibida  en  su malsana armonía  por aquellos  que  sencilla y humildemente son limpios de corazón, que no siendo santos, son buscadores y seguidores   en un común movimiento  para  amar y  vivir.

SÉ LIBRE Y DESÁTATE DE LO QUE PARA TI ESTÁ BIEN PERO HACE DAÑO A LOS DEMÁS.

                                                    ¿POR QUÉ CREER EN DIOS?

 Muchas personas declaran no creer en  Dios  y   dicen no tener evidencias de su existencia  y mucho menos que intervenga o que haga cosas que se  vean   y satisfaga las necesidades de aquellos que padecen  tanta  injusticia y desigualdad. Mas no aceptan, ni quieren entender que todos los acontecimientos negativos  son causados por la ceguera   y terquedad  que se   cultivan  y  se manifiestan en  infinitas circunstancias como resultados  siniestros  de nuestra propia insensatez.

Esto duele, en verdad,  la verdad  se siente cuando llega  como golpe que no se espera, mas el que entiende, escucha y  medita,  acepta los errores para mejorar,  entonces  la verdad  ya  es exquisita y el alma brilla en nuestro rostro, con armonía y felicidad.

Además  hay quienes se  atreven a formular teorías  que me asombran por el atino para acercarse en sus análisis,  pero al final se desvían, concretando ilógicamente todo muy  lejos.  También ellos son buscadores inquietos que en su momento  tendrán la respuesta.

Creer en Dios no es  obligar, no es condenar, no es juzgar, es invitar al deleite de amar, agradecer y vivir lo que tenemos.

Es respirar en todo momento la vida que se siente, que  nos abraza  haciéndonos parte de ella, aunque  no la vemos,  la sentimos y  Dios está ahí.

Es  cantar lo que queremos y pensar lo que deseamos, es crear lo que inventamos  y hacer lo que soñamos  siendo únicos en  esto  y está ahí, el toque sagrado, la chispa divina de lo que no se ve, Él está ahí.

Creer en Dios es creer en ti mismo cuando amas la  vida, tus logros, tu familia, tus hijos.

Creer en Dios está en tu camino al  hallar un comienzo,  al  encontrar este escrito  y quedarme tan corto  al demostrar que Dios está  contigo.

Bendiciones y gracias  a todos mis amigos por seguir con sus pasos,  al hacer el camino y buscarme en la ruta  como hermano  y  amigo.

No  crean en mí, ni me sigan; crean en las maravillas,  en la grandeza, la gloria, la misericordia, el poder y el amor  que lo es todo en el reino de Dios. Sigue el camino diseñado para tu vida, donde todos pueden hallarlo  con corazón deseoso  en  busca de luz.

Dios les bendiga y la paz brille en sus corazones.